Aprender a disfrutar de las vacaciones desde mi “nuevo yo»

Aprender a disfrutar de las vacaciones desde mi “nuevo yo”. Aurora Lassaletta. Asociación Daño Cerebral Invisible

Este año estoy disfrutando más de las vacaciones que en los últimos años, en los que las vacaciones también llevaban para mí un componente de estrés importante. Y es que este año me lo he propuesto como un reto: “ disfrutar de las vacaciones”. Puede sonar raro desde fuera, porque las vacaciones son para disfrutar, y si le cuento a alguien externo lo que hago en vacaciones nadie, en un principio, puede entender por qué no disfruto. Pero lo de disfrutar tiene que ver, como casi todo en este proceso, con la aceptación. Cuanto más acepte mi nuevo “yo” más voy a disfrutar. Preciosa suena la teoría… Pero esto también supone un trabajo.

Planificar, tener en cuenta la saturación por ruidos, recordar que no soy capaz de tener atención dividida, no olvidar mis lesiones físicas, la hipersensibilidad al ruido y a la luz, organización de la vida diaria, comidas y ritmos en un entorno nuevo, convivir con mi cansancio…

Las vacaciones ahora tienen otros elementos nuevos que tengo que tener en cuenta: anticipar, encontrar herramientas que vayan a suplir algunas situaciones difíciles, estar física y emocionalmente preparada para momentos estresantes y sobre todo practicar mucho la herramienta del “ZOOM”. No ver el detalle negativo como un todo, sino practicar el tomar distancia, acordarme todo lo positivo que tengo y que hay en la situación y volver a valorar.

Antes me apuntaba a un bombardeo. Si me decían: “A que no te vienes conmigo mañana en coche a recorrer Europa con un saco de dormir, un aislante, y una mochila pequeña” yo decía: “¡Voy!”. Es verdad que ahora tengo más años y la espalda un poco tocada para dormir en el suelo, pero la actitud subyacente sigue existiendo en mí. ¡Quién me iba a decir que ahora necesito las rutinas!. Sin embargo ahora es muy diferente. Soy otra, y cuanto más lo tenga presente más voy a poder disfrutar de la situación. 

Ahora tengo que anticipar qué equipaje voy a necesitar y prepararlo con listas o con antelación, porque ya no tengo esa capacidad de improvisación que tenía antes. Así que ese primer impulso tiene que ir acompañado de una previsión, lo cual es contradictorio. Impulso y previsión no pueden ir juntos. Conclusión: tengo que planificar mis vacaciones. Es verdad que seguramente lo tendría que hacer de todas maneras porque ahora tengo una familia, pero la obligatoriedad de la anticipación es lo que hace que tenga más peso para mí.

Me subo al coche y en seguida aparece mi limitación de no conseguir la atención dividida. Los demás ponen música y además quieren hablar al mismo tiempo. Esta situación que normalmente me produce tensión y que me agota ahora la tengo asumida. Les digo a los demás que luego hablaremos, me pongo tapones en los oídos para hacer el viaje tranquila y si necesitan que haga de copiloto les pido que quiten la música. ¡Primer paso del viaje resuelto con menos tensión que otros años!

Hay que hacer una parada. Me doy cuenta de que las áreas de servicio en carretera están más adaptadas a las personas con dificultades en la movilidad que hace años. Pero, ¿alguien se ha dado cuenta de que hay otras limitaciones, más invisibles, que nos afectan a muchos y que no se tienen en cuenta?. Me refiero al ruido ensordecedor que hay en las cafeterías, comedores, de voces altas, tazas chocando, cuchillos golpeando el plato… y todo en un monoespacio…., una luminosidad excesiva, demasiados estímulos muy intensos a la vez.  Este año lo estaba pasando tan mal tomándome el bocadillo de mitad de camino en uno de estos sitios que en vez de enfadarme y ponerme nerviosa decidí una vez más desconectarme sacando mis tapones de los oídos, sonreír a la familia, y refugiarme en mis pensamientos interiores. Pensé en llevarme el bocadillo fuera, pero hacía demasiado calor y además el ruido de la autopista cercana tampoco me ayudaba. ¡Segunda etapa superada!

Llegada a la casa de vacaciones. Por suerte ahora yo soy la primera que pruebo todas las camas y elijo. Tanto yo como los de alrededor sabemos que es mejor evitar que los dolores de espalda empiecen. Y sé que voy a dormir menos por los ruidos, que seguramente haya más luminosidad y tenga que compensarla…

Y me guste o no ahora no puedo llevar, como antes, toda la organización de la casa, las comidas. Y tal vez haya momentos de cansancio en que ni siquiera se me ocurran comidas. Este año llevaba preparada una lista a la que recurrir en momentos de saturación Y también llevaba más aceptada esta limitación y los de alrededor. Íbamos a compartir las vacaciones. A lo mejor no tengo tanto espacio privado en el que refugiarme como en casa, lo tendré que asumir, a lo mejor no hay lavaplatos y todo es más cansado. En el reparto de tareas yo tendré que elegir las que sean por las mañanas, porque luego todo me cuesta más.

En medio de momentos más difíciles también ha habido muchas risas, momentos de paz, imágenes bonitas y un poco de mejor humor por mi parte. Y en momento de crisis ¡acordarme de la herramienta del ZOOM!

Contado de cerca podéis entender que nos cueste un poco más ahora disfrutar de las vacaciones. Es verdad, este año planteándomelo como objetivo he disfrutado más, y ahora… ¡tengo que descansar de ellas!.

Ahora sé que cuando llegan las vacaciones no tengo que pensar que en cualquier momento “el monstruo viene a verme”, como el título de la película, sino que me voy a preparar bien para ir yo, con mi nueva identidad, a ver al monstruo y no voy a invitarle a mi casa.

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15 comentarios en «Aprender a disfrutar de las vacaciones desde mi “nuevo yo»»

  1. Como siempre le pones nombre a cosas que yo ni siquiera identifico, me ayuda mucho a mentalizarme y buscar soluciones. Tuve un derrame cerebral por rotura de aneurisma hace 4 años; desde entonces sigo yendo de vacaciones al mismo sitio al que había ido los últimos años, y que es ideal para mi situación, cerca de Madrid, en plena naturaleza, pequeño y muy muy tranquilo. Aún así, tan sólo el cambio de rutina me sigue causando ansiedad y un cansancio extremo, y lo que peor llevo, la sensación de que no soy capaz de disfrutar de algo tan ideal. agravado en mi caso por la fibromialgia que padezco. La verdad es que estoy deseando cambiar de sitio de vacaciones, pero aún no me encuentro con fuerzas, pensar en llegar a un sitio que no conozco, a un viaje más largo, a una rutina distinta…. me da pavor solo pensarlo. Y desde luego ni pensar en viajar a mi aire como antes, con poca antelación y sin nada programado. Para la próximas vacaciones seguiré los consejos de Aurora, a ver si de a poco consigo, primero, disfrutar de mi nuevo yo, y después aventurarme a ir un poquito más lejos. Me ha impresionado mucho el comentario de Soraya, si me permites, decirte que esto es muy largo, no es fácil acostumbrarte a vivir con nuestro nuevo yo, Aurora te ha dado los mejores consejos, ánimo y fuerza, ambas cosas son fundamentales. Un saludo.

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  2. Hola soy Soraya.
    Hace 15 meses sufrí un ictus en el cerebelo durante una operación de un tumor en el nervio auditivo.
    Ahora no oigo nada. Camino muy mal, por la calle solo puedo en silla de ruedas.
    No soporto los temblores del lado afectado, me ponen muy nerviosa y eso me empeora.
    Tengo la autoestima por los suelos.
    No puedo comunicarme.
    Me miro al espejo y no me reconozco ( me he perdido)
    He tenido las peores vacaciones de mi vida.
    No se como salir adelante

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    • Hola Soraya. Te entiendo perfectamente. Los primeros años no son nada fáciles. Yo puedo hablar de una de mis mejores vacaciones 13 años después de mi TCE. Antes no ha sido un camino fácil, y por supuesto necesitaba toda la atención y energía para mi recuperación. No me planteaba ni escribir. Te mando mucho ánimo y fuerza para la rehabilitación y la compensación de algunas cosas que no se rehabilitan. Ahora no podrás ni imaginártelo, pero después de un tiempo largo uno se vuelve a colocar en este mundo y va encontrando su nuevo lugar. A veces con mucha ayuda externa. Un abrazo.

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  3. Buenas tardes,
    Mi madre ha sufrido dos ictus, uno q la afectó solo al lenguaje y otro a la movilidad, por lo que nos ha gustado mucho leer tu libro para entenderla un poco mejor.
    Quería preguntarte, por tu experiencia, si conoces algún modelo de teléfono móvil accesible y fácil de utilizar. En su día la compramos uno muy bien valorado para personas mayores, con teclado y en teoría sencillo de usar, pero no acaba de manejarle bien ya que el menú que ofrece es un poco lioso. Solo lo quiere para llamadas y sms ocasionales, lo que la daria mayor autonomía para no verse ya dependiente a la hora de comunicarse con los demás. Es que no sé dónde buscar…
    Muchas gracias

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    • Hola Ana. Me alegro de que el libro os haya servido. Yo no sé personalmente sobre teléfonos móviles accesibles, pero estoy segura de que alguna de las personas que leen el blog te pueden ayudar. De todas formas preguntaré y si tengo información te la haré llegar. Un saludo.

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  4. Muchas gracias! Esta historia me ha llegado en el mejor momento. Justo estaba teniendo una pequeña «crisis» de agobios en las vacaciones y tras leerlo y pensar un poco, decidí frenar un poco, asumir que a todo no se llega y hacer las cosas más despacio. Y ha funcionado 🙂
    Y a disfrutar vacaciones!

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  5. Es muy versátil tu post. Hay muchos detalles en los que estoy totalmente de acuerdo. Benditos tapones, sin tus problemas yo también a veces me los pondría. Felicidades por superarlo.

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  6. Si, practicar eficazmente conductas evitativas de lo traumático, es muy eficaz. No hay que confrontar lo que sabemos que nos va a dañar. Hay que evitarlo, previniendo todo lo que se pueda.

    Hay que ser cuidadoso.

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  7. Soy poco original, coincidimos en muchiiisimas sentimientos, circunstancias,……..
    Es cierto, mi apariencia es buena pero mi autoestima me cuesta mantenerla en un nivel adecuado, por eso muchas veces tengo que parar, reflexionar, valorarme correctamente y aparcar muchas distracciones. Ahora en verano tengo que desconectar de multitudes y centrarme mas en mi disfrute, un poco de soledad para disfrutar escribiendo.

    Mil gracias a todos, seguiremos el camino, feliz verano

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  8. No soy nada original, ya te he dicho en otras ocasiones que coincido un muchiiisimas situaciones y emociones.
    Siempre digo que estoy de vacaciones todo el año, no tengo obligaciones laborales, con lo que soy rico, muy rico en tiempo y puedo hacer lo que me da la gana. Ahora en otro sitio, otras circunstancias, otra gente, otras actividades, y esto de tantas otras es una gozada, para disfrutar. También tengo mus objetivos, necesito aislarme de las multitudes, disfrutar del silencio conmigo y de escribir. Tengo mucho, me apetece mucho continuar varias cosillas. Un fuerte abrazo, y mil gracias por vuestros comentarios.

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  9. Sentirme tan identificado en cada uno de los artículos que escribes con las diferentes situaciones que consigues afrontar, superar y buscar «muletas», a mi me hace sentir también orgulloso de que «lo estamos superando» y a la vez, una risa de identificación y satisfacción en esos momentos en los que «nuestras rarezas» salen a flote y las podemos «visibilizar e identificar»
    Saludos y que tengas un buen verano

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  10. Una vez más coincidimos, es increíble. Le pones palabras a lo que me pasa. Me haces sentir que no soy tan marciano.
    Poco a poco lo van entendiendo los demás: “mejor este bar, que hay menos estímulos”.
    Salu2.

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