Desde hace unos días vengo observando con más atención esta nueva «rigidez mental» que me deja bloqueada en muchas situaciones, sobre todo en las que la rapidez mental sería imprescindible.
Esto me ha hecho recordar lo resolutiva que era antes. Sobre todo mi capacidad para improvisar nuevos caminos para las cosas.
Y ahora siento que no se me ocurre un «Plan B». Se me ocurre siempre la misma solución de forma repetitiva y rígida para las cosas. Y me cuesta verme así. Cuando me veo me parece estar viendo a una persona inflexible, muy mayor y con poca posibilidad de cambio. Después, con un poco más de tiempo y distancia, me doy cuenta de que esta rigidez mental y la dificultad para tomar decisiones rápidas y nuevas tiene que ver con la lesión cerebral y me trato un poco mejor a mí misma.
Me ocurre en momentos en los que tengo que decidir una comida o cena familiar o con amigos que no esté planificada de antemano. La primera vez que se me ocurrió una alternativa rápida como «espaguetis carbonara» mis hijos estaban encantados. A los 10 días me volví a encontrar con la misma situación de tener que improvisar la cena y se me ocurrió de nuevo ¡espaguetis carbonara!. Uno de mis hijos dijo: ¿Otra vez?. Pero la tercera y la cuarta vez en la misma situación cuando vi que solo se me ocurría como Plan B espaguetis carbonara, además de llevarme varias críticas por parte de mis hijos me di cuenta de que pasaba algo. Entonces reuní a mi familia y les dije lo que me pasaba. También les dije, por supuesto, que no admitía ninguna crítica sin que ofrecieran ellos alternativas. A esto mi hijo pequeño sugirió que podría hacer una quiche de jamón y queso, que les encanta. Me pareció muy buena sugerencia y en la siguiente ocasión tiré de ella y preparé una quiche de jamón y queso, que tuvo mucho éxito. Pero poco a poco ese plato se ha convertido rígidamente en el Plan B por excelencia y ya empiezo a escuchar: ¿Otra vez?.
Igual que para comprar ropa. Si tengo prisa, si no estoy súper tranquila o no lo he planificado antes me he llegado a comprar tres pantalones iguales, porque en ese momento tampoco se me ocurren alternativas o variaciones posibles.
Cuando me encuentro con mi sobrina, a la que le encanta la música, y me pide que le cante solo se me ocurren las mismas dos canciones siempre. Y mis amigas antes me llamaban la «enciclopedia musical» porque me sabía todas las canciones y se me ocurría siempre un repertorio para cantar toda la noche al lado de las guitarras.
Y la rigidez mental es más aguda aún cuando estoy nerviosa discutiendo con uno de mis hijos y no se me ocurren alternativas de límites o no soy capaz de tomar una decisión rápida y eficaz.
Me doy cuenta de que si estoy tranquila, sin otra tarea a la que atender, como ahora mismo, se me ocurre una lista de comidas posibles: pollo en salsa, salmón fresco con arroz, garbanzos con verduras, puré de verduras, tortilla de patata, macarrones con carne y tomate…, al igual que se me ocurren distintas formas de vestir, o puedo acordarme de la lista de canciones de algunos de los discos de mis cantantes favoritos. Y seguramente podría pensar teóricamente la mejor manera de educar a los hijos y los límites necesarios. Sin embargo en el momento de la verdad, cuando necesito reaccionar de forma espontánea rápida y eficaz ¡no se me ocurre un Plan B!. Es como si no tuviera acceso a la información que sé que tengo dentro, porque el acceso está bloqueado.
Pensándolo despacio me doy cuenta de que está relacionado con varias cosas: con la atención, con la memoria o el acceso a la información, con los procesos cognitivos de toma de decisiones, de producción de ideas, de flexibilidad mental… Y estas limitaciones se presentan sobre todo cuando hay cierta presión de tiempo o tensión en el ambiente. Ahí el bloqueo aumenta. Es curioso, es como ser dos personas diferentes, más bien tener dos mentes diferentes, la de los momentos tranquilos en diferido y la del directo. Y no hablo de grandes cosas, como una entrevista de televisión en directo -que le pondría nervioso a cualquiera-. Hablo de situaciones del día a día que quiero resolver de forma espontánea y dinámica como antes y no consigo.
Tengo que buscar nuevas herramientas para no llegar a bloquear el acceso a la información o para si ya se ha bloqueado conseguir desbloquearlo. ¿Os pasa esto también?. Cualquier herramienta que conozcáis y podáis compartir es bienvenida.
7 comentarios en «No se me ocurre un «Plan B»»
Yo tengo una lista con comida para improvisar xq siempre era tortilla francesa medio x hay.con la sopa yo apenas compro me la coge mi madre o voy acompañada
Yo ya hace 8 años que tengo DCA y el plan B es muy complicado de tomar. Llevo un día a día prácticamente normal mientras no suceda nada inesperado cuando surge……. Empiezan las dudas y los problemas para tomar decisiones. Yo planeo sin muchos problemas la comida diaria pero soy incapaz de elegir en un restaurante que pedir de la carta… Nuestro cerebro es muy rebuscado pero no hay nada mejor que perseverar para continuar mejorando. Un saludo
Me ha encantado el post. Amí también me pasa que no tengo Plan B, pero también me ocurre que la planificación me estresa por presión. Siempre he sido de improvisar y ahora me falta agilidad mental para seguir siéndolo y me colapso.
A mí me ocurre lo mismo. Para que todo esté bien tiene que estar planeado. Cuando algo sale de lo normal o de lo planificado mi mente se bloquea, la información se acumula, no puedo pensar y cada vez que lo intento solucionar me voy poniendo más nerviosa.
Hola, soy Jose.
Leiendo tu escrito del plan B, puedo decirte que me pasa exactamente lo mismo que a ti. Tengo dañados los 2 lóbulos frontales, llevo 3 años de rehabilitación y a día de hoy sigo sin tener plan B.
En cuanto hay algo que sale de lo programado se acabo y llega el bloqueo.
Haber si algún día llega alguna solución.
Un saludo.
A mi con la ropa me pasa que no recuerdo lo que tengo y a veces me he comprado también cosas sino iguales parecidas. Lo que suelo hacer cuando voy a comprar ropa o zapatos o bañadores etc es hacerle fotos con el movil y así cuando veo algo que me gusta compruebo si tengo de ese color forma etc.
Para hacer las cosas habituales que suelen hacer las mujeres siempre estoy en tensión por las dudas y la confusión visual y eso que ahora tengo más tiempo libre por estar jubilada pero disfruto menos no sé si a ti te pasara lo mismo..?
Lo de la comida también me pasa a mi aunque no se quejan . Me cuesta trabajo decidir la comida para cada día y si pregunto mi marido me dice que le da igual que el come lo que haga . Como ya he dicho en otros comentarios soy la tonta de llevar todo apuntado en notas hasta apunto cada día el pan que come él para que no se me olvide aunque yo no lo tomo y eso hace creo que con más motivo se me olvide.
Lleva una agenda y anota lo que habéis comido cada día y cuando pienses lo que vas a guisar repasa los ingredientes que necesitas y comprueba si los tienes. Yo al tener que hacer todo esto me lleva a repasar recetas de comidas que tenia o a buscar nuevas por internet y así me motivo más para guisar. Aunque yo no didfrute comiendo ni pruebe lo que guiso porque el daño cerebeal me ha afectado al paladar y no distingo muchos sabores.