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En pocos segundos, a consecuencia de un accidente o de un ictus, el cerebro de una persona sufre una lesión y a partir de entonces la respuesta no se produce de la misma manera que antes. Muchas personas sobreviven y se recuperan poco a poco hasta alcanzar un buen tono físico; sin embargo el mundo que les rodea no siempre les entiende. Son personas invisibles, grandes luchadoras y, a veces, incomprendidas por la gente más cercana. Ahora, un libro escrito por una persona con daño cerebral proporciona respuestas y es de gran ayuda para comprender la complejidad del proceso de rehabilitación y adaptación a la nueva realidad.

Aurora Lassaeta durante la presentación de su libro
El 11 de mayo tuvo lugar en el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral la presentación del libro «El daño cerebral invisible», escrito por la psicóloga Aurora Lassaeta. Una obra dirigida a las personas afectadas, a las personas de su entorno y a los profesionales que están presentes en el proceso de rehabilitación, adaptación y aceptación.
Lassaeta consigue plasmar en este libro su propia experiencia vital, con estilo ameno y divertido, a pesar de la gran repercusión personal que tienen muchas de las situaciones reflejadas.
En el año 2005, la autora del libro, que entonces tenía 33 años, estaba casada, tenía dos hijos y trabajaba en un centro público de salud mental. A consecuencia de un grave accidente de tráfico se produjo un traumatismo craneoencefálico y numerosas facturas.
Tras una neurocirugía de urgencia pasó por un largo proceso de rehabilitación, muchos meses de fisioterapia, hasta pasar de la silla de ruedas a caminar con muletas y poder soltarlas poco a poco.
En ese proceso, Lassaeta notaba cómo las personas de su alrededor asociaban su mejoría física a su mejoría global. “Sin embargo –matiza la autora del libro- día a día yo iba notando nuevas limitaciones que atribuía al accidente y que no tenían que ver sólo con la movilidad. Me costaba mucho entender por qué estaba tan cansada siempre a pesar de estar inactiva”.
Otros síntomas descritos por Lassaeta eran las dificultades para mantener conversaciones largas, leer un libro, entender una película, problemas para retener información y molestias por ruidos cotidianos. “Muchas personas confundían mi apatía, mi lentitud, la dificultad para concentrarme, mi inexpresividad y algunas otras secuelas que describo en el libro con síntomas depresivos”, señala la autora.
Personas son invisibles en la sociedad
Debido a su apariencia de normalidad y al no haber sufrido trastornos graves del lenguaje, muchas de sus dificultades cognitivas no eran fácilmente identificables desde fuera. En este sentido, Álvaro Bilbao, doctor en Psicología de la Salud, neuropsicólogo del Ceadac y autor del prólogo del libro, afirma que “estas personas son invisibles en la sociedad porque no tienen un rasgo característico que los haga visibles”.
“En este libro –continua Bilbao- , Aurora Lassaeta ha sido capaz de explicar de una manera clara su experiencia e ilustrar muchas de las dificultades que sufren las personas con daño cerebral desde el punto de vista del paciente, algo que no se había hecho hasta ahora con la riqueza en que lo hace. Con un enfoque cercano y con anotaciones científicas que permiten entrelazar e integrar los orígenes anatómicos de los síntomas con la experiencia subjetiva del paciente, «El daño cerebral invisible» da visibilidad a todas las personas que sufren dificultades cognitivas como consecuencias de un daño cerebral y permite entender a sus familiares, a los propios profesionales y a la sociedad en conjunto cuál es la experiencia real de la persona que lo padece”.
Aurora Lassaeta ha sido capaz de explicar de una manera clara su experiencia e ilustrar muchas de las dificultades que sufren las personas con daño cerebral
Tratamiento excelente en el Ceadac
En el acto de presentación, Lassaeta destacó especialmente su paso por el Ceadac: “aquí recibí un tratamiento breve, pero excelente, sobre todo centrado en la atención y la organización, gracias al cual mi familia y yo pudimos empezar a entender que muchas limitaciones cognitivas que yo notaba tenían razón de ser”.
Fue en abril de 2007 cuando Lassaeta visitó por primera vez el Ceadac. Amor Bize, neuropsicóloga de este centro del Imserso, es una de las colaboradoras de su libro y comenta que desde que conoció a Aurora le sorprendió “su capacidad para describir la repercusión práctica de las limitaciones que tantas veces hemos estudiado en los modelos teóricos de funcionamiento cognitivo”.
“Como neuropsicóloga -afirma Amor Bize- es un gran orgullo que una expaciente escriba un libro, máxime si va a arrojar luz sobre alteraciones que, en la gran mayoría de los casos, pasan desapercibidas y son difíciles de entender por profesionales, familias y por los propios pacientes”.
Ana Martínez, directora de la Editorial EOS , también destacó la importancia del libro y la experiencia vital de la autora, que puede ayudar a sentirse mejor a otras personas en circunstancias parecidas.
En palabras de Autora Lassaeta, “su objetivo es mostrar algunos síntomas del daño cerebral adquirido, especialmente del área cognitiva, que considero los más invisibles hacia el exterior. También me gustaría minimizar la frustración añadida que supone su desconocimiento a lo largo del proceso hacia la recuperación”.
En la presentación del libro también intervino la directora del Ceadac, Inmaculada Gómez Pastor, quien destacó la valentía y el carácter inquieto e investigador de Autora Lassaeta, que colabora habitualmente en el Ceadac y ayuda a otras personas a aceptar sus dificultades para poder superarlas. “Lassaeta sigue trabajando con entusiasmo y determinación en todo aquello que se propone en la vida, eso no ha cambiado con respecto a antes de la lesión”, asegura Álvaro Bilbao.
Jesús Zamarro
Fotos: Edu Vilas